Percepción del gusto como factor de riesgo para obesidad infantil

abril 24, 2021






   

Introducción:

Se realizó el estudio del experimento de psicofísica el cual se encarga de investigar la percepción del gusto como factor de riesgo para obesidad infantil, este tema es muy interesante y nos explica diversas circunstancias en las que, al infante, se le puede desarrollar la obesidad en esta etapa de su vida, nos presenta como se analizó a determinada población infantil y sus correspondientes resultados, le invito a leer la siguiente información.


Percepción del gusto como factor de riesgo para obesidad infantil


Autores:

Ana Carolina Ariza,

Tania G Sánchez-Pimienta,

Juan A Rivera, 




 


Síntesis de estudio:

La obesidad infantil se ha aumentado de forma alarmante en las últimas décadas y se cree que, en el planeta, 42 millones de chicos sufren esta condición. Esta prevalencia representa un problema de salud pública, debido a que el exceso de peso a lo largo de la niñez es un componente de peligro para el desarrollo de obesidad en la edad adulta y para el desarrollo de la diabetes, hipertensión, hiperlipidemias, patologías cardiovasculares, entre otras enfermedades

La obesidad es una patología crónica, en la que interactúan componentes biológicos, sociales, del medio ambiente y de estilos de vida. La preferencia por alimentos y bebidas de sabor dulce se ha asociado con el desarrollo de obesidad infantil.

La percepción del sabor, influenciada por mecanismos biológicos y las vivencias placenteras elaboradas por el consumo de sabores dulces, dan lugar a la habituación a éstos. La habituación al sabor dulce se desarrolla a edades tempranas y juega un papel fundamental en la selección de alimentos en años posteriores.

Crea comportamientos que tienen la posibilidad de ser en patrones de consumo poco saludables que, paralelamente, tienen la posibilidad de estar asociados con el desarrollo de la obesidad y su persistencia en la adultez. Ejemplificando, en México, el consumo de azucares añadidos es bastante alto a partir de la edad preescolar y fue difícil minimizar su consumo por medio de programas educativos dirigidos a chicos, probablemente pues el habituarse al sabor dulce en edades tempranas se convierte en un inconveniente para la reducción subsiguiente de su consumo.

Durante la etapa de la infancia se pueden adoptar patrones de ingesta de productos y o alimentos dulces, lo cual provocaría mayor consumo de estos, tanto en cantidad como en tiempo, lo cual resulta en consumo de exceso de calorías y por lo tanto contribuye a la obesidad de los niños.




Durante las primeras semanas de formación del feto, se desarrolla el sistema gustativo y funciona durante el inicio del tercer trimestre del embarazo. Al sistema gustativo lo forman células nervios, y estructuras del cerebro, todos estos envían las señales y dan lugar a la percepción del sabor.

Se han considerado cinco gustos diferentes:

Dulce, salado, acido, amargo, umami o sabory (sabroso)

Resultados obtenidos:

Desde muy pequeños los niños tienden, a preferir los sabores dulces y salados. Esto posiblemente se debe a que, en épocas anteriores, los requerimientos de energía eran muy altos, lo que en la actualidad no es así, pues ahora, por ejemplo, los vehículos evitan el agotamiento de hacer recorridos a pie, en épocas actuales contamos con una gran disponibilidad de alimentos, con exceso de calorías los cuales son ricos en azúcares y grasas saturadas, lo que hace que a los niños les agrade en el sistema del gusto, lo cual puede favorecer la obesidad infantil. Al sentido del gusto del niño acostumbrarse a este tipo de alimentos, entonces crece como un adolescente joven y más adelante adulto, con preferencias a este tipo de alimentos, con lo cual se estaría frente a un adulto con obesidad.




La ingestión o el rechazo de alimentos están ligados al placer o desagrado asociados con estímulos gustativos. Las experiencias sensoriales y el condicionamiento o habituación al sabor dulce desde etapas tempranas juegan un papel crucial en la selección de alimentos en años posteriores.

   La exposición a los sabores inicia desde la etapa gestacional, ya que se ha demostrado la transferencia de olores y sabores tanto al líquido amniótico como a la leche materna, por lo que la dieta de la madre determina la exposición temprana del infante hacia sabores específicos.

Diversos estudios han documentado la preferencia del infante al consumo de bebidas azucaradas o soluciones glucosadas sobre el consumo de agua natural desde los primeros meses de vida.

Estos estudios muestran que la preferencia al sabor dulce puede resultar de la habituación oral a ese estímulo y que inclusive puede permanecer en etapas posteriores durante la infancia. En este sentido, Pepino y colaboradores, 27 en niños de 6 a 10 años de edad, mostraron que la exposición temprana (durante los dos primeros años) al agua azucarada se relaciona con preferencias por mayores concentraciones de azúcar posteriormente durante la infancia, lo que sugiere que los niños que reciben con regularidad agua azucarada en la infancia temprana prefieren, en años posteriores, mayores concentraciones de endulzantes en comparación con aquellos que tuvieron un bajo consumo de agua endulzada en esa etapa.

Discusión de los resultados

Se observó que la población infantil estudiada, se inclinó por los alimentos dulces, tomando al sabor dulce como un valor de reforzamiento, pues al probarlo, más les agradaba y tendían a darle aún más preferencia en comparación con el resto de los sabores.

Se estudió a población infantil con peso normal y con sobrepeso, en respuesta al agua y al azúcar (sucrosa), los niños con sobrepeso presentaron una mayor respuesta hacia la sucrosa, aunque también se inclinaron mucho por la ingesta de agua, sin embargo, fue más elevada la respuesta a la sucrosa, los niños con peso normal, se inclinaron en su mayoría por el agua.

Se obtuvieron algunos resultados los cuales sugieren que habrá que realizar más investigaciones, pues algunos factores que no se tomaron en cuanta, posiblemente cambiarán los resultados obtenidos.

Conclusiones

En la actualidad, la percepción del gusto, los factores genéticos y ambientales que determinan dicha percepción, son importantes en el desarrollo de la obesidad, tales evidencias son muy notables en la población infantil.

Este estudio psicofísico nos muestra que comprender el fenómeno sensoperceptual es importante, y se le debe de poner la debida atención, ya que por medio del gusto los infantes, empiezan a tener preferencia por los alimentos dulces, distinguen el sabor dulce, ya que conocen los otros sabores y entonces muestran su preferencia por dicho sabor.

Para los autores, se requiere más evidencia, ya que algunos factores pueden influir y presentar o causar algunas variables las cuales aún no se estudian, como la genética, la ingesta de la madre durante la gestación, etc…


Bibliografía:

Ana Carolina Ariza, T. G.-P. (Julio-Agosto de 2018). Scielo.org.mx. Recuperado el 26 de Abril de 2021, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342018000400023&lng=es&nrm=iso#:~:text=Sin%20embargo%2C%20en%20%C3%A9pocas%20actuales,de%20obesidad%20en%20el%20ni%C3%B1o.




Alumna: Ángela Adriana Hernández Salinas

Materia: Motivación y Sensopercepción

Tema: Experimento de Psicofísica

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